Psicología infantil y juvenil

Tratamiento y técnicas de intervención

El trabajo que aplicamos desde AVANZO en psicología parte de un enfoque cognitivo-conductual y es combinado con técnicas de intervención neurosicológicas en función de lo que cada niño necesite. 

Nuestro  modelo de tratamiento es  psicoeducativo,  activo y estructurado,  defiende que todos los seres humanos hacemos tres cosas sobre las que podemos intervenir: pensar, sentir y comportarnos. En ese sentido se considera que nacemos con una herencia genética y un determinado temperamento, con los cuales el niño comienza a interactuar con su entorno, aprendiendo comportamientos y manejo de situaciones, tanto beneficiosos como perjudiciales para sí mismo y/ o para los demás. Será en la interacción familiar temprana y en la relación con sus iguales, donde se produce el proceso de adquisición de una manera habitual y específica de pensar, sentir y actuar. Así, unos niños aprenden a resolver ciertos problemas, mientras que otros se les van de las manos, sienten miedo en algunas situaciones, alegría en otras….

La psicología cognitivo-conductual investiga y se basa en cómo aprendemos, es decir los principios que explican el aprendizaje, tanto de comportamientos deseables como perjudiciales, así, algunos de nuestros aprendizajes nos ayudan a sentirnos bien, a relacionarnos adecuadamente con los demás y a lograr lo que nos proponemos y otros en cambio, nos generan dolor, resentimiento, dañan nuestra salud y nuestras relaciones interpersonales. A ellos estará dirigido nuestro trabajo.

Psicología

Para ayudar a niños y adolescentes que experimentan dificultades con sus emociones y comportamiento, la psicología infanto-juvenil utiliza una combinación de técnicas de modificación de conducta y de trabajo cognitivo que les ayuda a resolver conflictos con otras personas, entender emociones y problemas, adquirir habilidades sociales, expresar estados de ánimo, comprender y modificar comportamientos disfuncionales, resolver inseguridades, etc. 

La mayoría de las conductas negativas de vuestro hijo son conductas aprendidas y como tal pueden modificarse. Es importante  conocer que una conducta que no se posee, puede adquirirse mediante procesos de aprendizaje. Con lo cual el objetivo será doble: desaprender conductas inadecuadas y adquirir conductas mejores. Hemos de tener en cuenta que los cambios no van a darse de un día a otro, sino que necesitaremos mucha paciencia y perseverancia si queremos solucionar el problema. Cada niño es un mundo y no hay estrategias universales eficaces para todos ellos. Lo que funciona bien en un niño puede no ser eficaz en otro. Aun así, hay una serie de técnicas que utilizadas con la suficiente destreza pueden ponernos en el buen camino para establecer, modificar o eliminar conductas en niños.

Psicología

En el área de psicología infantil de AVANZO algunas de las técnicas que venimos empleando y que nos han aportado resultados muy favorables son: 

  • Técnicas de relajación y respiración (relajación progresiva y entrenamiento autógeno).
  • Desensibilización sistemática.
  • Técnicas de exposición.
  • Reforzamiento positivo, castigo y extinción.
  • Moldeamiento.
  • Coste de respuesta, tiempo fuera, economía de fichas, contrato conductual.
  • Modelado.
  • Entrenamiento de habilidades sociales.
  • Técnicas cognitivas ( autoinstrucciones, autorregistros, reestructuración…).
  • Técnicas de resolución de problemas.
  • Entrenamiento a padres.

La Neuropsicología infantil estudia la conducta del niño a través del cerebro en desarrollo. Lo específico es su interés por comprender los procesos mentales como resultado del funcionamiento del sistema nervioso, tanto en niños sanos como en los que han sufrido algún tipo de daño o disfunción cerebral. Para ello es imprescindible saber que el cerebro del niño no es una réplica del cerebro del adulto en miniatura, sino que es un cerebro en continuo desarrollo, con un crecimiento a veces vertiginoso, y sujeto a un sinfín de modificaciones y conexiones debidas a la continua estimulación que le proporciona el entorno en el que se desarrolla. En este sentido en AVANZO a través de la estimulación cognitiva en niños y niñas pretendemos potenciar los procesos básicos de aprendizaje, como la atención, la percepción, memoria, razonamiento, funciones ejecutivas así como todos los procesos implicados en el aprendizaje de la lectoescritura.